Para Carles Gumí la composición es un medio de expresión personal que permite la transmisión de unos sentimientos y estados de ánimo a la vez que busca establecer una comunicación positiva con el oyente. Con un lenguaje que se mueve entre la modalidad matizada con reminiscencias del jazz y algunas obras que bordean la atonalidad, siempre ha querido huir de la especulación y las corrientes más vanguardistas persiguiendo un ideal de formación clásica. Es por este motivo que el contrapunto es un elemento importante en sus composiciones.
El interés creativo se despierta durante los años de estudio de la armonía en el Conservatorio Superior Municipal de Música de Barcelona con el maestro Josep Poch. De aquella época son los primeros galardones obtenidos en concursos de composición para jóvenes. Después de hacer los cursos de contrapunto y fuga con el mismo maestro, realiza los estudios de composición con Carles Guinovart en el citado conservatorio.
Su trabajo queda reflejado en una cantidad importante de obras estrenadas dentro y fuera de Cataluña y en diversas obras publicadas y grabadas. En el extranjero, sus obras han sido estrenadas en Francia, Alemania, Italia, Grecia, Hungría, República Checa, Lituania, Argentina y en los Estados Unidos. Asimismo, sus composiciones han sido galardonadas en diferentes ocasiones: 5º Premio de Canciones de Montaña «Elisard Sala» (1985), 2º, 4º, 9º y 10º Concurso de Jóvenes Compositores del Instituto Catalán de Servicios a la Juventud de la Generalitat de Catalunya (1986, 1988, 1993 y 1994), finalista Premio Sardanas SGAE 1995 y Premios Cataluña de Composición Coral 1996. Las obras para coro tienen un peso importante dentro de su catálogo y a menudo ha recibido encargos para componer.